viernes, 13 de septiembre de 2013

La Guerra Civil Española (2ª parte). El desarrollo bélico

Desde las elecciones de las elecciones de febrero de 1936 existían rumores de un golpe de Estado. El gobierno presidido por Casares Quiroga, consciente del descontento militar, cambió el destino de algunos generales, y envió a Franco a Canarias, Goded a Baleares y Mola a Pamplona. Este último, en el reducto de los carlistas, se convirtió en el director de la conspiración, aunque el jefe supremo del alzamiento era el general Sanjurjo, que se encontraba en Portugal desde 1932. El general Emilio Mola se encargó de organizar a todas las fuerzas contrarias al gobierno republicano para llevar a cabo el levantamiento. Franco se encontraba en esos momentos en un segundo plano y no había dado aún su consetimiento y apoyo al plan.

En la tarde del 17 de julio se adelantó el levantamiento en Melilla, debido a las órdenes recibidas desde Madrid. Las fuerzas del tercio y de regulares se pusieron en camino para ocupar la ciudad. El teniente coronel Yagüe, por su parte, ocupó Ceuta con la Legión; Franco, en Las Palmas, recibió noticias de los sublevados la madrugada del 17 al 18. A las pocas horas salió hacia Tetuán, donde llegó el 19 para tomar el mando del ejército de África, tal y como había sido acordado. La rebelión se extendió rápidamente por la Península en los días 18 y 19 de julio.

General Sanjurjo.
El día 17 se reunió el Consejo de ministros presidido por Casares Quiroga y fue informado de la sublevación en melilla, pero no se tomó ninguna decisión al respecto. Al día siguiente la noticia saltó a la prensa; mientras tanto, el jefe de Gobierno se negaba a dar armas a la población, como exigían los sindicatos y los partidos obreros, y ese mismo día presentó su dimisión.

Paralelamente, el PCE y el PSOE movilizaron a sus militantes para combatir sublevación. Parece que Azaña creía en la posibilidad de una negociación con los militares sublevados, para lo cual, el gobierno, presidido ahora por Martínez Barrio, estableció contactos con los generales Mola y Cabanellas, aunque sin obtener resultados.

El día 19, el presidente de la República, Manuel Azaña, encargó a José Giral la formación de un nuevo gobierno; Giral decidió la entrega de armas a la población. El gobierno carecía de control sobre el país en esos momentos y muchos lugares habían caído en poder de los sublevados, la s zonas leales a la República estaban en manos de los comités creados por el Partido Comunista, el Partido Socialista y por sus Juventudes, que fueron los que organizaron las primeras milicias.

Manuel Azaña.
En Sevilla, el general golpista Queipo de Llano consiguió dominar la ciudad después de vencer la resistencia de las fuerzas de asalto, que defendían la República, junto con miembros de organizaciones obreras a los que se habían entregado armas. desde ahí, la sublevación se extendió por Andalucía occidental.

En Madrid, el día 20, las fuerzas leales al Gobierno y las milicias sofocaron el levantamiento con la toma del Cuartel de la Montaña, en el que se habían atrincherado los rebeldes. La sublevación, en cambio, había triunfado en Alcalá de Henares y en Guadalajara; en Toledo, el coronel Moscardó se hizo fuerte en el Alcázar con un grupo de cadetes, guardias civiles y falangistas, mientras que el resto d la ciudad fue tomado por las milicias; en Barcelona, el día 18, se produjeron enfrentamientos armados entre los militares sublevados, dirigidos por el general Goded, y las fuerzas leales a la República junto con las organizaciones obreras. Al día siguiente, estaba claro el fracaso del levantamiento en Cataluña.

Los primeros días de lucha fueron clave para decidir el apoyo de la flota y de la aviación a uno u otro bando. Esta última se mantuvo leal a la República casi en su totalidad. En la flota, la lucha entre sublevados - la mayoría de los oficiales - y los leales - marinería - fue mayor. Todos los buques importantes quedaron del lado de la República, peor en manos de comités de marinos, sin oficialidad. Fondeados en la ciudad de Tánger, controlaron el estrecho e impidieron el desplazamiento de Franco a la Península.

Voluntarios nacionalistas en Zamora.
La sublevación tuvo éxito en Castilla y León, y en parte de Aragón; allí donde triunfaba, los sublevados declaraban el estado de guerra y los sospechosos de republicanismo eran detenidos o ejecutados. Los rebeldes dominaron 29 capitales - las de Galicia, Castilla y León, Aragón, Andalucía occidental, Cáceres, a Navarra, La Rioja, Canarias, Baleares, excepto Menorca - y el norte de África. Los "nacionales", controlaron las provincias de economía menos desarrollada, de base agrícola fundamentalmente cerealista. Son las zonas en que la derecha política ejercía un dominio total sobre el resto de la sociedad y el movimiento obrero tenía menos fuerza; once millones de personas vivían en la llamada "zona nacional". Hay que destacar que los sublevados dominaban la mayor parte de la frontera portuguesa, por donde recibirán una gran cantidad de ayuda durante la contienda.

La sublevación fracasó en el resto de las capitales -21-, entre ellas toda la zona de Levante - Cataluña, Valencia, Murcia -, parte de Aragón, Andalucía oriental, Castilla - La Mancha, Badajoz, Madrid y en el norte del país - País Vasco, Cantabria y Asturias -. La República controlaba la zona del país más productiva, la más poblada, la que tenía una mayor conciencia de clase y, por lo tanto, la que se encontraba más politizada. Mantenía en su poder la producción industrial - industria siderúrgica del norte y de Sagunto, minas... - y el oro del Banco de España, además de contar con el apoyo, casi total, de la marina y de la aviación.

La zona que permanecía en poder gubernamental se extendía principalmente por la frontera con Francia, la costa mediterránea y la mayor parte de la costa cantábrica. Unos catorce millones de habitantes habitaban la zona republicana.

Franco junto a su Estado Mayor en el Cuartel General de Cáceres.
Pasados estos primeros días, del 17 al 21 de julio del 1936, y debido a la situación de equilibrio entre el Gobierno y los sublevados, se pone fin al gol militar o pronunciamiento y empieza la guerra. El fracaso de los rebeldes en los puntos clave o más importantes del país desde el punto de vista económico o estratégico consolida los dos bandos y ambos frentes: los sublevados no consiguen tomar el poder y derrocar al gobierno legalmente establecido, ni este consigue sofocar el levantamiento.

Ambos bandos comprenden que la sublevación no ha triunfado, pero los insurrectos controlan una parte importante del país y fuerzas suficientes para intentar mantenerse en la lucha y no retirarse a pesar de su fracaso inicial. Este hecho provoca la conversión del golpe en una Guerra Civil.

Como consecuencia, desde este momento se produce la división de España en dos zonas antagónicas. La ocupación de Extremadura pasa a ser una cuestión estratégica de primer orden con objeto de unir las dos áreas en que se encuentra dividido el territorio "nacional" y asimismo, la toma de Madrid se convierte en el objetivo estratégico más importante para los sublevados.

También podríamos establecer un equilibrio en lo referente a las fuerzas armadas que ambos bandos poseían a comienzos de la contienda. Permanecieron leales a la República unos 46.000 hombres, más otros 33.600 de las Fuerzas de Orden Público - Guardia Civil, de Asalto y Carabineros - y la casi totalidad de la aviación y de la flota, aunque esta sin la mayoría de sus mandos y, por ello, poco operativa. Pero contaron con el inconveniente de que una gran parte de los mandos del ejército se pusieron del lado de los sublevados; este hecho provocó que la República contara con un ejército sin oficiales y se viese obligada a improvisar su coordinación y formación.

Los sublevados disponían de 22 regimientos de infantería, 15 de artillería y 7 de caballería, lo que suponía alrededor de 44.000 hombres, más otros 31.000 de las fuerzas de orden público y otros 47.000 del ejército de África. Aunque el reparto de fuerzas sea parecido desde el punto de vista cuantitativo, es necesario aclarar el factor de desequilibrio que representó el apoyo a la sublevación de la totalidad del ejército del orte de África, ya que este era, sin duda, el mejor preparado.

Mapa de España de julio de 1936.
A nivel social y político, apoyaban a la República los grupos de izquierdas, que protagonizaron el gobierno de 1931 a 1936, y los partidos nacionalistas, ya que la única garantía para sus intereses era el triunfo de la República. Las fuerzas obreras y sindicales fueron la base de la defensa de la República en el momento de la sublevación, a través de la coordinación y la adscripción a las milicias de los numerosos voluntarios civiles.

El levantamiento fue apoyado por la Falange Española y de las JONS, partido que había aumentado notablemente sus efectivos desde las elecciones de 1936, y que, alistados en su milicias, aportó la mayoría de los voluntarios que apoyaron la sublevación. La Falange se encargó de ejecutar las represalias en la retaguardia y constituyó el embrión del Partido Único, creado por Franco en 1937.

También fue secundado por los carlistas que buscaban la posibilidad de una restauración monárquica en su línea dinástica. Las milicias carlistas, los requetés, desempeñaron un papel relevante en los primeros momentos de la guerra ya que, con su apoyo, Mola consiguió realizar la primera división del territorio republicano, al ocupar la frontera francesa en la zona del País Vasco.

La Iglesia prestó su apoyo al levantamiento desde sus inicios. Aportó la justificación ideológica del mismo al presentar el enfrentamiento no como guerra, sino como "cruzada libertadora contra el mal". El Vaticano fue uno de los primeros estados en reconocer oficialmente al régimen y al gobierno de Franco, en 1937.

Barricada levantada en las calles de Barcelona durante la sublevación militar.
Igualmente apoyaron el levantamiento políticos monárquicos, cedistas y financieros. En un principio no formaban parte de la primera junta militar ni de la Junta Técnica de Franco, pero realizaron una labor fundamental en los primeros años, pues inspiraron la legislación en la zona rebelde. Entre ellos destaca Serrano Súñer, encargado de modelar los órganos de gobierno y del Partido Único, o Juan March, financiero que consiguió apoyo económico para Franco, al movilizar en su favor a las principales instituciones de crédito internacionales.

Finalmente, conviene destacar que la población española se vio dividida en dos bandos, más en función de su lugar de residencia el 18 de julio, que como consecuencia de su propia ideología o de la toma de posición ante el enfrentamiento.

La Guerra Civil Española (1ª parte). Causas de la guerra

jueves, 12 de septiembre de 2013

La Guerra Civil Española (1ª parte). Causas de la guerra

Como en todo conflicto, las razones que impulsan una sublevación militar son múltiples y obedecen a varias causas y, en concreto, en el caso español son la consecuencia de una serie de problemas aún no resueltos desde principios del siglo XX.

El más importante de ellos es el problema social; las enormes diferencias de clase entre los trabajadores y los propietarios agrarios o industriales, que se traducen en unas pésimas condiciones laborales y de vida, sobe todo de los primeros. Los odios eran profundos y la lucha de clases se había radicalizado durante la segunda República, debido a las esperanzas de los trabajadores en las reformas - legislación laboral, reforma agraria - y a la tenaz resistencia de los propietarios ante cualquier cambio. El problema agrario, de forma especial, fue uno de los desencadenantes de la guerra.

Al conflicto social se añade el problema regional: la fuerza que habían adquirido, en las primeras décadas del siglo, los nacionalismos periféricos chocaba con la oposición de la derecha política y del ejército al Estado autonómico, iniciado en la Segunda República. La cuestión religiosa constituyó otra causa de conflicto, ya que dividió profundamente a la sociedad española. Por un lado, se encontraban los defensores de mantener la posición dominante de la Iglesia en la sociedad y, por otro, el anticlericalismo radical de los republicanos y del movimiento obrero.

Manifestación frente al antiguo Ministerio de la Gobernación, en 1934.
Los gobernantes de la segunda República no lograron dar solución a estos problemas. El maximalismo de algunos dirigentes de la izquierda llevó a situaciones sin salida. Ello desgastó a los verdaderos republicanos, asustó a la gran masa neutral y dio argumentos a los enemigos del régimen.

Por su parte, la derecha social y política se opuso con todas sus fuerzas a las reformas y, desde febrero de 1936, también al régimen democrático, que hacía peligrar su poder político y su predominio social, recurriendo al ejército y a la fuerza para poner fin a la experiencia democrática de la Segunda República. Además, para algunos militares, en España había una revolución marxista en ciernes; esto justificaba, para ellos y para la oligarquía, el levantamiento armado. El ejército tenía aún la obsesión de intervenir en política de forma activa por su creencia en una misión y en un deber que cumplir.

En definitiva, la guerra se debió a la confrontación entre los viejos grupos oligárquicos, y la pequeña burguesía y el movimiento obrero, que pedían la redistribución del poder mediante la aplicación de un sistema democrático con partidos políticos, autonomías y constitución. El intento de la República por modernizar el país reformando la sociedad y el Estado fue contrarrestado por una resistencia obstinada a cualquier cambio.

Barcelona, 1936.
La coyuntura internacional tampoco ayudó a solucionar los problemas, más bien contribuyó para engrandecerlos. La crisis de las democracias occidentales y el auge de los movimientos y regímenes totalitarios influyeron en el nacimiento de la guerra y en su desarrollo, pues propició el apoyo de los regímenes fascistas y de la URSS a alguno de los dos bandos enfrentados. El avance del fascismo tuvo dos consecuencias importantes en la política española. Por un lado, la fascistización de la derecha española, que se va a decantar mayoritariamente por el recurso a la fuerza y por el desprecio de la democracia como sistema político, y que se manifiesta en la fundación, en 1933, de Falange Española, principal partido fascista, y en la creación de las JAP - Juventudes de Acción Popular -, milicias de jóvenes de la CEDA, organizadas con modos y lenguajes fascistas.

Por otra parte, el temor del movimiento obrero a la implantación en España de un régimen fascista, por lo que se organizan militarmente con el fin de evitarlo mediante la revolución en octubre de 1934 y se crean milicias comunistas y socialistas, enmarcadas en las Juventudes Socialistas Unificadas - JSU -.

La espiral de violencia creció en los meses posteriores a la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936; el asesinato del teniente Castillo el 12 de julio por un grupo de falangistas y la muerte esa misma noche del líder derechista Calvo Sotelo por policías y guardias de asalto, como represalia por el fallecimiento de Castillo, marcaron el paroxismo de la violencia política. El gobierno de Casares Quiroga se vio impotente para detener los enfrentamientos entre milicias de izquierda y de derecha, y los militares conspiradores encontraron la excusa para inclinarse definitivamente por la sublevación en los días siguientes. El orden público, que desde el inicio de la Segunda República constituyó un problema para el régimen y que fue instrumentalizado por la derecha en detrimento del mismo, representó finalmente otro motivo para la sublevación.

La Guerra Civil Española (2ª parte). El desarrollo bélico

miércoles, 4 de septiembre de 2013

La Antigua Roma: la Monarquía

La historia de Roma está dividida en tres periodos distintos, basados en diferentes formas de gobierno: la Monarquía, la República y el Imperio. El periodo en el que nos centraremos ahora es el primero de ellos, la Monarquía.


La Monarquía (753 - 509 a. de C.)

En la fundación de Roma la leyenda y la realidad se confunden. Según la leyenda, Roma fue fundada por Rómulo y Remo, descendientes del héroe griego Eneas, que llegó a Italia huyendo de Troya. Rómulo y Remo eran hijos de Rea Silvia, hija del rey de Alba; su madre los depositó en un cesto, sobre las aguas del Tíber, para librarlos de la persecución de su tío, que pretendía arrebatarles el trono de Alba. Así llegaron los dos hermanos al pie de la colina del Palatino, donde una loba los libró de la muerte, amamantándolos, y unos pastores los criaron.

Sigue la leyenda atribuyendo a Rómulo la fundación de Roma. Siguiendo una tradición etrusca, Rómulo marcó con un arado, conducido por un buey blanco, el surco sobre el que se asentarían las murallas de la futura ciudad (la Roma quadrata) y seguidamente dio muerte a su hermano, que se atrevió a desafiarle traspasando el surco.

Estatua que representa a Rómulo y Remo.
Según testimonios históricos, a comienzos del siglo VIII, Italia estaba poblada por pueblos diferentes: los galos habitaban el valle del Po, la Galia Cisalpina; los italiotas poblaban la Italia central; en el Sur, en la Magna Grecia, se habían instalado los griegos. En sus orígenes, Roma, un pueblo de pastores asentado en el Palatino, fue probablemente una colonia de Alba.

En el transcurso del siglo VIII a. de C. los etruscos se instalaron en las Siete Colinas y gobernaron la ciudad de Roma. La leyenda habla de la existencia de cuatro reyes en Roma antes de la llegada de los etruscos: Rómulo; Numa Pompilio, que dio a su pueblo las primeras ideas religiosas; Tulio Hostilio que luchó contra el reino de Alba y venció; y Anco Marcio, que fundó la ciudad de Ostia, a orillas del mar. Les siguieron tres reyes etruscos: Tarquino el Viejo, que construyó la primera cloaca romana, la Cloaca Máxima; Servio Tulio, que construyó una muralla alrededor de Roma y dividió a la población en clases de acuerdo con su riqueza, y Tarquino el Soberbio, que extendió el dominio de Roma sobre toda la región del lacio. El gobierno despótico de este último rey originó el levantamiento de los nobles romanos que, en el año 509 a. de C., lo expulsaron y establecieron la República.


Organización económico-social y política

La actividad económica de la Roma primitiva fue sobre todo rural. Bajo la dominación etrusca se desarrollaron el comercio y la metalurgia, aprovechando los abundantes recursos metálicos de la región.

La base de la sociedad etrusca era la familia; las familias que tenían un antepasado común se reunían en gentes (tribus); cada gens podía tener a su vez clientes, es decir, personas sometidas que prestaban servicios y obediencia a cambio de protección.

La población se dividía en dos grandes grupos:

Los patricios eran los únicos que tenían derechos ciudadanos; los que poseían el linaje (gens), base de su posición social y de su riqueza. 

Los plebeyos, miembros de la plebe, que carecían de todo derecho; podían convertirse en esclavos pro deudas.

Patricios y plebeyos.
Los patricios formaban la asamblea de los comicios curiados, que participaba en las tareas de gobierno, junto al rey. El Senado, asamblea de jefes de las principales familias, aconsejaba al rey en las tareas de gobierno.

Los reyes etruscos fueron monarcas absolutos, que además de las tareas de gobierno ejercieron las funciones de sumos sacerdotes y jueces supremos.

Los etruscos alcanzaron un desarrollo económico y cultural superior al del resto de los pueblos que entonces habitaban la península italiana. Fueron importantes constructores, como atestiguan sus obras de ingeniería y grandes orfebres. Entre las aportaciones etruscas a la cultura romana figuran gran parte de sus fundamentos religiosos y el arte religioso de la adivinación: los auspicios u observación de la conducta de los animales, ya que se pensaba que constituían presagios positivos o negativos que afectaban a las decisiones políticas. Los romanos heredaron también de los etruscos el uso del arco y de la bóveda en los edificios y el realismo en el retrato.

lunes, 29 de julio de 2013

Biografía de Oskar Schindler

No hace mucho tiempo vi por primera vez la película "La lista de Schindler", film dirigido por Steven Spielbierg, en el que se narra la historia de Oskar Schindler, el cual salvó la vida a más de 1.000 judíos polacos durante la II Guerra Mundial. Conmovido por esta fenomenal película y por la obra de Oskar Schindler, creo que es una buena oportunidad para que conozcáis su biografía.


     Biografía

Oskar Schindler (Svitavy, Imperio austrohúngaro, 28 de abril de 1908 - Hildesheim, Alemania, 9 de octubre de 1974) fue un industrial hombre de negocios y héroe alemán que salvó a unos 1.200 judíos del holocausto nazi, contratándolos en su fábrica de artículos para la Wehrmacht, situada en la actual Polonia. Le fue concedido el reconocimiento del gobierno de Israel como "Justo entre las naciones".

Nació en una familia alemana en Zwittau, Moravia (actual Svitavy), Bohemia. Su familia era rica y católica, dedicada a los negocios, pero sufrió el hambre de la posguerra de la I Guerra Mundial y de la Gran Depresión. Durante su niñez y juventud tuvo entre sus mejores amigos a familias judías. A pesar de ello, él se afilió en 1930 al Partido Nazi por necesidad de oportunidades. Su hermana Elfriede, siete años menor, era próxima al partido.

Oskar Schindler.
     Durante la Segunda Guerra Mundial

Oskar Schindler fue un oportunista y hábil hombre de negocios y no ocultaba su afición por las mujeres, las fiestas y la vida bohemia. Estaba casado con Emilie, que a pesar de conocer la vida que llevaba su marido, le profesaba una profunda admiración y respeto. Fue reclutado por la SS como informante durante un tiempo, por tener contactos con comerciantes polacos y judíos adinerados, aprovechándose de ello para ganarse la estima de las altas esferas nazis. Los oficiales nazis veían en Schindler no sólo a un simpático y agradable hombre, sino también a una fuente para proveerse, ocultamente en las fiestas de damas de la alta sociedad alemana, de apreciadas prendas y artilugios del mercado negro. Gracias a estos contactos, Schindler vio una oportunidad de lucrarse con un negocio durante la invasión de Polonia en 1939, invasión que dio comienzo a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Schindler adquirió, a bajo precio, una fábrica en Cracovia: la Deutsche Emaillewaren-Fabrik. Esta fábrica, con sus instalaciones intactas, se dedicaba a la confección de ollas y utensilios de cocina en tiempos de paz, pero Schindler adaptó la producción para abastecer a la Wehrmacht con utensilios de campaña. Como la mano de obra germana resultaba cara y además escasa, resolvió negociar con el comandante del campo de trabajo de Plaszow, el capitán Amon Goeth. Desde este campo se enviaban trenes con judíos seleccionados para los campos de exterminio de Auschwitz, Treblinka y Sobibor.

Oskar Schindler.
Schindler negoció con Goeth el arrendamiento de mano de obra en judíos aptos para su negocio, seleccionando entre ellos a un contador muy habilidoso llamado Itzhak Stern. Obtuvo inicialmente unos 350 operarios judíos para trabajar allí, con la ayuda de Stern. Los judíos seleccionados trabajaban durante el día en la fábrica y por la noche volvían custodiados por guardias al campo. Adema´s del pago de arrendameinto, Schindler debía rendir un tributo oculto de los beneficios de la producción al capitán Goeth.


     La reconversión

A través de esta convivencia diaria, Schindler se fue dando cuenta de lo que significaban los relatos de las brutalidades y el destino que los nazis le daban a los judíos bajo el nombre de "reinstalación judía".

Schindler empezó a tomar gradualmente conciencia de que detrás de la explotación sistemática y esclava de lo judíos se estaba propiciando una ideología irracional hacia el judío. Su fábrica era una ventana hacia una sistemática maquinaria de exterminio masivo debido a la explotación y al trabajo duro por los que pasaban.

Después de la represión del gueto de Cracovia, de la cual Schindler fue testigo, empezó a cambiar su actitud hacia los judíos. Hábilmente negoció con el coronel Goeth judío por judío, pagándole una suma determinada de dinero para que cada uno de ellos fuera empleado en su fábrica. Los judíos eran inscritos en una lista pro Stern.

Cuando el negocio de las ollas ya no era satisfactorio con la Wehrmacht, cambió el rumbo a la producción de cápsulas y vainas de proyectiles de artillería para poder mantener en pie el flujo de caja de la fábrica y así ampliar la solicitud de mayor mano de obra, y también proseguir la salvación de judíos desde Plaszow. Schindler dio instrucciones para que una parte de las cápsulas de proyectiles de cañón tuvieran defectos de fabricación, en especial las de 88 mm y 75 mm, cuidando de que el sabotaje no resultara evidente.

Judíos polacos durante la Segunda Guerra Mundial.
Al principio puede que se sintiera muy motivado por el dinero, pero luego comenzó a proteger samaritanamente a sus trabajadores sin tener en cuenta el beneficio económico.

Schindler, gracias a su habilidad, puedo retener y proteger a los judíos de su fábrica hacia el final de la guerra y salvarlos de morir en los campos de exterminio nazis. A finales de 1944 Schindler pudo salvar a unos 1.200 judíos polacos, quedando casi en la bancarrota personal.


     Después de la guerra

El capitán Goeth fue ahorcado en el campo de Plaszow-Cracovia en 1946, tras ser juzgado por el Tribunal Supremo Nacional de Polonia, reconocido por los aliados.

El gobierno de Israel liberó de la persecución a Schindler en 1955 cuando residía en Argentina. En 1958 se separó de Emilie y regresó a Alemania en la más completa bancarrota.

En 1960, el gobierno de Israel reconoció hondamente su iniciativa salvadora para con los prisioneros de Plaszow, cuyos descendientes lo recuerdan como un ángel salvador. Fue declarado "Justo entre las naciones" por el memorial de Yad Vashem el 1 de julio de 1967, permitiéndosele plantar un árbol en la Avenida de los Justos en Jerusalén; también intentó socorrerlo económicamente una vez qeu éste retornó definitivamente a Alemania, pero rehusó amablemente y falleció en Hildesheim a la edad de 66 años, en la mayor indigencia, en 1974. Fue sepultado en el cementerio católico de Jerusalén.

lunes, 8 de julio de 2013

Los medios de transporte

El desarrollo industrial y la movilización del comercio se apoyan en un sistema de transportes eficaz. La diversificación de los transportes ha favorecido los intercambios, ha revalorizado los espacios continentales, ha puesto en comunicación zonas tradicionalmente aisladas y ha hecho posible la disminución constante de las relaciones distancia-tiempo y peso-precio.

Los transportes pueden ser continentales, que incluyen los ferroviarios, el transporte por carretera y el transporte por vía fluvial, marítimos y aéreos.


Transportes ferroviarios

Desde comienzos del siglo XIX en que funcionó el primer ferrocarril en Inglaterra, la red ferroviaria mundial ha crecido hasta tener una longitud que se aproxima al millón y medio de kilómetros. Durante el siglo pasado fue casi el único medio de transporte por su velocidad y el volumen de mercancías transportado; fue el principal cliente de la industria siderúrgica, que le aportaba el material fijo y móvil y generó grandes empresas, pero debido a las enormes inversiones que su modernización y mantenimiento supusieron, pasó a ser un sector nacionalizado en la mayor parte de los países. Hoy el ferrocarril, a pesar de la competencia de la carretera, sigue siendo el transporte terrestre más utilizado para los grandes tonelajes y un instrumento económico, estratégico y político de gran importancia para los Estados.

Transporte ferroviario.
Las redes ferroviarias se distribuyen muy desigualmente. Hay una relación directa entre densidad ferroviaria y desarrollo industrial. Corresponde a las regiones industriales una densidad superior a los 10 km de vías por km cuadrado de superficie y a las áreas subdesarrolladas una densidad inferior a los 5 km de vías por km cuadrado.

Hay numerosas áreas continentales a las que aún no ha llegado el ferrocarril o que sus redes tienen el carácter de vías de penetración, como el Transiberiano y las líneas transcontinentales africanas.


El transporte por carretera

De los transportes terrestres, fue la carretera el único utilizado hasta la aparición del ferrocarril. Fue relegada durante el siglo XIX hasta que la aplicación del motor de explosión al automóvil hizo recobrar a la carretera su importancia funcional, que determinó una auténtica jerarquía vial que comprende desde un camino vecinal o de herradura a una moderna autopista.

El transporte por carretera tiene una serie de ventajas sobre otros medos, derivadas de la gran flexibilidad que permite el transporte puerta a puerta de pequeñas mercancías; compite con el ferrocarril en tonelajes inferiores a las 30 t, sobre todo, en aquellas regiones en que la densidad de carretera y de ferrocarril es alta y, como transporte privado, es el más idóneo para los desplazamientos en que no entra en competencia con el transporte aéreo.

Autopista de Los Ángeles.
Salvo raras excepciones, las redes de carreteras de gran densidad coinciden con als redes ferroviarias, complementándose en ocasiones unas y otras. Los elevados parques automovilísticos de los países industrializados requieren infraestructuras viarias rápidas a base de autopistas y autovías que facilitan los largos recorridos en tiempos mínimos. Estados Unidos, Europa occidental y Japón disponen de los mayores parques automovilísticos, tanto de camiones como de turismos, y de las mejores redes de carreteras.

Hoy la carretera se utiliza con preferencia al ferrocarril como vía de penetración en las selvas tropicales y en los grandes desiertos, compitiendo con el trasporte aéreo.


El transporte fluvial

Factores naturales condicionan, como en ningún otro tipo de transporte, el tráfico fluvial: el caudal del río, las formas del relieve, los estiajes o crecidas, los hielos. Ríos caudalosos como el Congo son poco aprovechables para la navegación debido a los numerosos rápidos; en España el relieve imposibilita la navegación de ríos con suficiente caudal; en Siberia los ríos permanecen helados gran parte del año. Estas circunstancias hacen que la navegación fluvial sea discontinua en el espacio y el tiempo.

El transporte fluvial es barato, aunque lento, para grandes tonelajes -minerales, carbón, madera- siempre que no haya que efectuar trasbordos.

Transporte fluvial.
Europa occidental dispone de una de las redes fluviales más densas del mundo gracias a los ríos caudalosos y a las condiciones morfológicas de la gran llanura europea. Desde el Elba al Sena, con la gran vía fluvial del Rhin, todos los ríos registran un intenso tráfico y muchos de ellos están comunicados a través de canales.

En Estados Unidos, los Grandes Lagos, comunicados entre sí, tienen una salida natural al Atlántico a través del río San Lorenzo; el Mississippi y su red fluvial comunica el norte y centro con el golfo de México.


El transporte marítimo

Los mayores y más variados volúmenes de mercancías se transportan por vía marítima. Las flotas mercantes se componen de barcos especializados, petroleros, frigoríficos, carboneros, o bien de barcos polivalentes, preparados para transportar cualquier tipo de mercancías, sin embalar o en grandes contendedores. El transporte de viajeros, salvo en transbordadores de corto recorrido o en los llamados cruceros de placer, está en retroceso debido a la competencia del avión.

Las flotas mercantes precisan grandes inversiones tanto en la construcción de los barcos, como en el mantenimiento, que implica combustible, reparaciones, tripulación y seguros. las compañías petrolíferas controlan gran parte de los grandes petroleros, y los llamados "pabellones o banderas de conveniencia" permiten a los armadores o propietarios de barcos de otros países aprovechar la ventaja de ciertas exenciones fiscales al registrar bajo esas banderas sus barcos, con otra ventaja adicional que es un menor costo en la mano de obra. El tonelaje bruto bajo bandera de conveniencia representa casi el 20% del total mundial.

Transporte marítimo.
Las instalaciones portuarias son las terminales del tráfico marítimo. Su importancia deriva de su situación en áreas industriales y de que dispongan de un hinterland o área de influencia de un puerto, que permite buenas comunicaciones con el interior e instalaciones capaces de almacenar o evacuar las mercancías.


El trasporte aéreo

El tráfico aéreo es el más rápido, pero también el más caro y el que permite menores tonelajes, de ahí que esté especializado en trasporte de viajeros, productos perecederos y mercancías de poco volumen y peso, a pesar de que la capacidad de los aviones es cada vez mayor.

El transporte aéreo tiene carácter regional, continental o intercontinental. Precisa de una infraestructura que son los aeropuertos con sus instalaciones complementarias adaptadas al tráfico de viajeros y mercancías. Es también un medio de penetración en regiones selváticas o desérticas.

Transporte aéreo.
Las grandes compañías aéreas controlan el tráfico intercontinental con aviones de gran capacidad de viajeros y de carga, y los vuelos interiores, en países de superficie media, son cada vez más utilizados dada la rapidez en los desplazamientos.


La revisión del Impresionismo

Dos pintores, Toulouse-Lautrec y Van Gogh, son los máximos exponentes del postimpresionismo, etapa en la que sucede una revisión de la escuela impresionista. El postimpresionismo recupera la importancia del dibujo, así como captar la expresividad de las cosas y las personas iluminadas.

Toulouse-Lautrec nació en Albí, en el seno de una familia aristocrática. De pequeño, un desgraciado accidente le impide el crecimiento de sus piernas.  Encontraba en el alcohol y en la bohemia parisina su vía de escape para escapar de su tragedia. En sus obras destacan los trazos rotos y nerviosos, de abreviaciones inestables de las formas, que se combinan con toques coloreados, planos cromáticos tomados de las estampas japonesas y sobre todo líneas dinámicas y posiciones instantáneas.

Baile en el Moulin Rouge, de Toulouse-Lautrec.
El holandés Van Gogh llega a París en 1886, lugar en el que aprendió la técnica impresionista. Más tarde, en 1888 se estableció en Arlés. Sentía un gran entusiasmo con la luz de la Provenza, razón por la que pinta paisajes y figuras de formas serpenteantes. Motivos tales como los cipreses llameantes, los suelos que parecen estremecidos por terremotos o los edificios de líneas retorcidas, fueron repetidos en sus obras. En 1890 se suicida con un disparo de revólver, en un lamentable ataque de locura.

Los girasoles, de Vincent Van Gogh.
Gauguin se inicia en el Impresionismo con Pissarro; deja una vida cómoda y a su familia, mudándose a París y Bretaña, para finalmente instalarse a Tahití en 1891. Para Gauguin la luz no es tan importante como el color y su exaltación. La fascinación de sus cuadros radica en la calma de las zonas anchas de colores,. Al mismo tiempo renuncia a la perspectiva, suprimiendo el modelado y las sombras.

El mercado, de Gauguin.
Más revolucionario aún fue el arte de Cézanne. Este pintor vivió en la Provenza, solitario, meditando sobre las relaciones entre la forma y el color. Cézanne busca en la naturaleza las formas esenciales, para él las figuras geométricas. En sus paisajes destaca la silueta de los árboles, de sus casas, de los caminos...

La montaña Santa Victoria, Cézanne.

jueves, 4 de julio de 2013

La arquitectura del hierro

En el siglo XIX se utilizaba ya el hierro en grandes obras públicas. Así, en se construye el primer puente de hierro del mundo, el de Coalbrookdale (Inglaterra). Sin embargo, es llegado el siglo XIX cuando comienza a ser más habitual el uso del hierro para realizar grandes construcciones.

Los mejores ejemplos de esta arquitectura se dio en las Exposiciones Universales. Éstas necesitaban enormes pabellones con un necesario aspecto de unidad y coherencia. Además, estas exposiciones eran exponente orgulloso del país que las realizaba.

De este modo, se construyen pabellones con los medios técnicos más avanzados del momento. La principal característica perseguida era la funcionalidad. Como ejemplos destacamos tres edificios: el Palacio de cristal, de Paxton (Londres 1850-1851), la Galería de las Máquinas, de Dutert y Contamin y la Torre, de Gustave Eiffel (París 1889).

El Palacio de Cristal, de Paxton.
La corta duración de estas exposiciones y la necesidad de su demolición será algo común entre estas construcciones. 

El siguiente paso se dará en la Exposición de París en 1889. Las principales obras de esta exposición serán la Galería de las Máquinas y la Torre Eiffel. La primera tenía unas enormes proporciones, la cual poseía una anchura de 115 metros, obtenida con un solo arco formado por dos medias parábolas articulas en su unión. Su sistema de elementos prefabricados, similares a los creados por Paxton, permitieron un montaje y desmontaje rapidísimos y altamente económicos.

Mucho más controvertida fue la torre del ingeniero Eiffel. Fue criticada en su momento, pasando a ser admitida como elemento insustituible del paisaje urbano parisino.

La Torre Eiffel.
Es una estructura de hierro pudelado y mide más de 300 metros. Esta construcción está situada en el extremo del Campo de Marte a la orilla del río Sena, siendo la estructura más elevada del mundo durante más de 40 años, hasta que fue superada por el edificio Chrysler, de Nueva York, en 1930.

Fuente

domingo, 16 de junio de 2013

La crisis de 1929

El 24 de octubre de 1929, el llamado "jueves negro", se produjo la brutal caída de la bolsa de Nueva York, Wall Street. Ninguna medida fue capaz de frenar el "crack" financiero, el pánico y el caos se apoderaron de la vida económica estadounidense y también europea, porque la reacción se extendió a todo el mundo. Hasta 1932, la crisis económica se agravó en Estados Unidos: las quiebras se multiplicaron, el paro aumentó espectacularmente (1,5 millones de parados en 1929, 15 millones en 1933), la producción en la industria y en el campo se redujo hasta alcanzar las cotas más bajas, los precios descendieron hasta un 37 por ciento en Estados Unidos y un 50 por ciento en algunos países europeos, como Holanda.

La crisis de 1929.

La crisis de 1929, originada por la superproducción, que había saturado el mercado, y por la especulación de capitales, que hizo subir artificialmente las cotizaciones en la bolsa, tuvo repercusiones mundiales. Los países americanos con una economía dependiente de los Estados Unidos, a la que suministraban materias primas, sufrieron las consecuencias de la caída de los precios y de las importaciones norteamericanas. Brasil, Argentina, Chile y Venezuela, padecieron especialmente los efectos de la crisis. En Europa se produjo una caída monetaria, como consecuencia sobre todo de la anulación de los créditos que Estados Unidos proporcionaba a Alemania y Austria para que rehicieran su economía; la difícil recuperación que Europa había logrado en los últimos diez años quedó anulada.

La crisis supuso el fin de la supremacía del partido republicano, en el poder desde 1921. Las elecciones del 8 de noviembre de 1932 dieron el triunfo al candidato demócrata Franklin D. Roosevelt (1882-1945), que modificó la política económica del gobierno. El New Deal (la "nueva distribución") proponía la recuperación económica a través de un aumento de la demanda, que reactivara el mercado interior, de una planificación con ayudas estatales a la agricultura, de una legislación a favor de las mejoras sociales de los trabajadores, de una política de obras públicas... A pesar del fuerte intervencionismo estatal y del relativo éxito del New Deal, los Estados Unidos no recuperaron su antiguo nivel de desarrollo económico hasta la Segunda Guerra Mundial con el consiguiente crecimiento de las industrias bélicas.